Arenas finas, río transparente, extensas playas y bancos de arena, turistas que disfrutan de la postal mágica del Paraná escurriéndose lento entre las piedras. Paso de la Patria, en verano, uno de los destinos elegidos por las familias y también por los pescadores.
Por Ariel Robledo
Se hace difícil comparar los destinos, porque cada uno tiene un encanto que atrae y seduce a quien los elige. Y en nuestro bendito país tenemos rincones que son realmente maravillosos. En este caso, me voy a detener en un punto del litoral argentino, que siempre nos atrae, y que contagia a muchas familias que llegan para disfrutar de las playas, la tranquilidad y la pesca deportiva: Paso de la Patria, en la provincia de Corrientes.
Ya lo hemos descripto de mil maneras y siempre cuesta encontrar las palabras justas para transmitir al lector como nos sentimos cada vez que pisamos tierra correntina.
Nuestro lugar es cabaña Don Julián, allí en donde hace muchos años Don Julián Lafuente sintió esa atracción especial que lo hizo anclarse junto a su esposa, para nunca más irse, plasmando su impronta y desarrollando uno de los primeros complejos turísticos de la región, dedicado a la pesca deportiva. Después fueron sus hijos quienes tomaron el legado, y lo siguen llevando adelante. Anahí, Irupé y Andresín, son los anfitriones quienes nos reciben para ofrecernos sus atenciones y hospitalidad.
Llegamos y la ceremonia de acercarnos hasta la costa del río es la que se repite en cada una de las familias que visitan la cabaña. Inevitable, sentarnos a presenciar el paso lento de las lanchas que se dirigen hacia distintos destinos de pesca. El paisaje invita a tomar unos mates dejándonos llevar por los colores y aromas del río, bajo la sombra añeja de los árboles que custodian el patio del complejo.
A pocos metros, la amplia pileta es el lugar elegido por los niños para zambullirse en busca de frescura. Desde la piscina, la vista es incomparable, solo algunos tonos diferencian las transparencias de las aguas.
Por los pasillos de la cabaña, nos cruzamos con otros pescadores con quienes intercambiamos charlas de pesca y cómo se presenta el pique. La mayoría coincidía que el mejor momento se daba por la tarde, casi al caer el sol. Entonces, uno piensa que durante el día se pueden realizar distintas actividades como ir a la playa, caminar, hacer deportes y, tras la siesta, salir en busca de los piques. Algo así fue lo que programamos y terminamos concretando.
La pesca
“El Paso” se caracteriza por tener los pesqueros cerca, al menos los más tradicionales y esto nos permite aprovechar la jornada a full, sin la necesidad de navegar grandes distancias.
Junto con Andresín, coordinamos la jornada de pesca, y nos puso como guía a “Monchi”, con quien ya salimos varias veces en busca de piques en otros años.
Esta vez, la zona elegida fue la del “planchón” y la “Confluencia” y si la cosa no se daba, íbamos a intentar en otros puntos del Paraná.
En los sitios elegidos, podíamos ver varias lanchas haciendo sus pasadas con carnada. De vez en cuando algún pique de doradillo rompía la tranquilidad de la jornada. “Los más grandes van a salir con señuelos…” nos destacaba el guía, y sin pensarlo pusimos señuelos de media agua, marcas Cucú y también Alfer´s.
El primero en tener su pique fue Valentín con un señuelo color rojo y blanco de la marca Alfer´s. Después llegó mi turno con un ataque a un señuelo Cucú de color rojo con amarillo, y le siguió Santiago con un color azul de la marca correntina. La actividad no estaba firme, pero alcanzaba para ir cerrando una media jornada con varios piques y lindas capturas.
La salida de la tarde se suspendió por una intensa lluvia que calmó recién cerca de las 18 hs.
Mientras tomaba unos mates apreciando al Paraná, llegó Aníbal, esposo de Anahí, con quien siempre compartimos algunas horas de pesca. “Si querés vamos un rato…” me dice, y no alcancé a confirmarle que la lancha ya estaba bajando la rampa.
Nos acompañó Marcelo Pancoti quien estaba también alojado en la cabaña con su familia. Salimos los tres en busca de piques y los conseguimos ya cuando el sol caía.
Indudablemente la actividad mejoraba al caer la tarde, y en los días siguientes esta acción se fue acentuando. Durante el día veíamos a los dorados en superficie pero no atacaban con la decisión con la que lo hacían al atardecer.
En los días siguientes, Aníbal, junto a Rosario y Anahí, salieron a la tarde y lograron gran cantidad de piques de muy buenos dorados con el registro de algunas fotos y, por supuesto, su debida devolución.
Paso de la Patria sigue siendo el gran pesquero de Corrientes, el portal del Alto Paraná, se luce en cada verano, ofreciéndonos la posibilidad de conjugar pesca, con otras actividades familiares para todos los gustos.
Si necesita un respiro, descanso, y la adrenalina de un salto dorado, en “El Paso” lo va a encontrar, y en Cabaña Don Julián tendrá la posibilidad de disfrutar del encanto del gran río, con un servicio de primer nivel y la hospitalidad que lleva el sello de su creador.
Servicios:
Cabaña Don Julián cuenta con un servicio integral para el pescador deportivo y su familia. Habitaciones con todas las comodidades, un restaurante con comidas de excelente nivel gastronómico y pileta de natación.
Tiene bajada propia de lanchas, y servicio de guías de pesca con todo el equipamiento que necesita un pescador. En caso de que no se lleven equipos, provee de todo lo necesario, incluso los señuelos. Informes y consultas: (0379) 44 94 021 – WhatsApp: +54 9 379 422-7444
Facebook: Cabana Don Julian (@CabanaDonJulian)
www.cabanadonjulian.com.ar