Después de varios meses de aguas turbias, el Paraná comenzó a aclarar su tonalidad, y los tigres del río aparecieron. Primer relevamiento del año en Reconquista, con buen suceso.
Por Ariel Robledo
Hacía mucho tiempo que esperábamos que la tonalidad del río Paraná comenzara a mejorar, especialmente para la búsqueda de las especies de escamas y, por supuesto, del “tigre del río”.
En esta ocasión fuimos intercambiando llamados con Pablo Ovando, de Pirayú Excursiones, para que, ni bien las condiciones fueran aceptables, realizáramos un viaje en busca de los dorados del Paraná Medio. Así fue que, tras algunos meses de espera, la comunicación se dio, e instantáneamente armamos el viaje al norte santafesino.
“El agua se está empezando a aclarar y los primeros dorados están saliendo…” fueron las palabras mágicas de Pablo.
Llegamos por la tarde al complejo de Pirayú Excursiones, y nos instalamos en las cómodas habitaciones que posee. Tras unos minutos de descanso nos dirigimos al amplio comedor para saborear un rico asado y planificar la pesca del día siguiente.
Varios meses de espera para que las condiciones del río sean las ideales, fueron generando una gran ansiedad. Para quienes somos practicantes del baitcasting, obviamente que nos interesaba saber también si las condiciones de la claridad en el agua, permitirían la utilización de señuelos. Pablo nos comentó que, si bien el agua estaba aclarándose, los mejores resultados hasta el momento los habían tenido con carnada. Igualmente no descartamos la posibilidad de utilizar artificiales, ya que la idea era testear cómo estaban las cosas.
Primera jornada
Luego de compartir un suculento desayuno, salimos caminando hacia el embarcadero, ubicado a tan sólo unos 40 metros del complejo. Está claro que durante la caminata, uno va mirando hacia el río, tratando de descubrir cómo se presentará la jornada. Afortunadamente, más allá del frío, el día se manifestaba impecable, con escaso viento, y condiciones muy estables en lo climático. Bien temprano íbamos a tener bajas temperaturas, pero después el sol comenzaría a calentar y, seguramente, la actividad de los peces se acentuaría.
En la amplia y cómoda embarcación que posee Pablo Ovando, iniciamos la navegación por el río San Gerónimo, hacia el norte, tratando de llegar hasta el río Paraná y, ya en el curso grande, iniciar las pruebas en toda la zona de palos y barrancas que existen. La idea era empezar por los pesqueros del norte, y lentamente ir derivando hacia el sur.
Continua disfrutando este excelente relevamiento de pesca, aquí: https://revistaelpato.com/secciones/2022/
