Llega la temporada estival, y nuestro mar argentino se muestra generoso para los pescadores deportivos. Corvinas, cazones, variada de mar, son el deleite de quienes buscan mucha acción con la caña en la famosa Bahía San Blas.
Como todos los años, estamos en contacto con un gran amigo, Diego Mascia, de la empresa El Pingüino, dedicada a realizar excursiones de pesca en la bahía. Con Diego, siempre estamos en comunicación para conocer las novedades y saber el comportamiento de los peces durante las distintas épocas del año. Pero, indudablemente, cuando llega el calorcito, aparecen las especies más codiciadas por los pescadores: las corvinas, los tiburones, los cazones, las pescadillas, y la valiosa variada que es el deleite para los aficionados que buscan muchas capturas e interesantes piques.
En esta ocasión, el clima estuvo jugando bastante, ya que en días en los cuales el pronóstico anunciaba buenas condiciones, de repente todo cambiaba, y con los vientos sucedía lo mismo. “Está todo muy cambiante, por lo que es necesario prever un par de días de margen para poder salir sin inconvenientes al mar…” me destacaba Diego.
Afortunadamente, la zona de la bahía, tiene mucho reparo de los vientos, y si a esto le sumamos la gran y segura embarcación que posee El Pingüino, podemos decir que es casi imposible suspender una entrada al mar, salvo que las cosas empeoren, y en ese sentido, Diego, es sumamente responsable y precavido.
Lo cierto es que llegamos a la bahía ya de noche, y nos alojamos en el confortable departamento que posee, con capacidad para 7 personas, y todos los detalles bien cuidados. Fuimos a cenar, y nos preparamos para salir bien temprano al día siguiente.
La gente que nos acompañaba en la excursión nunca habían entrado a pescar al mar, por lo que la recomendación es comer liviano por la noche, antes de ir a dormir tomar una pastilla de Dramamine, y otra cuando se levantan, desayunar también liviano, pero comer algo como pan, factura, es decir, para no tener el estómago vacío, ya que muchas veces los malestares surgen porque salimos a navegar en ayunas.
Con estos simples pasos podemos pasar la jornada de pesca sin inconvenientes.
La jornada cambiante
Cuando llegamos a la costa en donde nos íbamos a embarcar, soplaba una leve brisa que casi no molestaba, y emprendimos la navegación hacia el canal Culebra, reconocido pesquero de grandes corvinas. Eran parte de la excursión amigos de Colonia Marina (Córdoba) y de Santa Fe, que querían conocer la activa pesca de mar. Luego de unos 40 minutos de marcha, arribamos al primer sitio, en donde íbamos a aprovechar para pescar cazones y también la variada de mar. El viento soplaba de manera opuesta a la corriente del mar, provocando un oleaje más intenso, pero ya cerca del mediodía, con el cambio de la corriente, las cosas cambiarían rotundamente.
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