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UNA VUELTA POR LA CUEVA

Puerto Pira Cuá (Cueva del pez) es un emblemático pesquero del norte santafesino que desde ya hace algunos años se ha catapultado como uno de los mejores del litoral argentino.

Por Hugo GIardino

Estamos padeciendo desde hace tres años una bajante histórica de todo nuestro río Paraná. La pesca, por diferentes factores, se ha visto afectada de una manera importante.

Por eso es que decidimos acudir al llamado de Lele Rouvier, que nos invitaba a relevar el pesquero, poniendo especial atención en bogas y pacúes. Peces de escamas éstos, que gustan del agua clara, que por estos días presenta la zona.

Cubrimos los casi 400 km. que separan la capital santafesina con la localidad de Florencia con mi amigo y compañero de viaje Jorge Espasandín. Desde Florencia debemos transitar unos 17 km. hacia Puerto Piracuá por un camino muy mejorado, que les permite a los viajeros transitarlo sin dificultad. Allí nos esperaba Lele, Marcelo y, su socio, Diego. Encontramos un lodge totalmente renovado, con un amplio salón comedor y de recreación, con cómodos sofás y hasta una mesa para atado de moscas. Las habitaciones, cómodas y confortables, calefaccionadas y refrigeradas, que le permiten al pescador un excelente descanso. Pero lo más importante se encuentra en el río. Lanchas North Carolina, equipadas con motores Honda 60 HP, prácticamente 0km. y motores eléctricos. Sus amplias plataformas le permiten al pescador poder ejecutar los lances, sean de fly o baitcast, de una manera cómoda y segura.

Después del descanso de la noche, armamos nuestros equipos para intentar la pesca programada. Para ello utilicé un equipo de casting, conformado por una caña de 6 pies, 8/17 libras, y un reel de perfil redondo Shimano Calcutta 150, cargado con nailon 0,31mm. Y Jorge utilizó un equipo de spinning, caña Marine Sport y reel frontal Daiwa Revros 2500, cargado con multifilamento 0,22mm.

Utilizamos como carnada dos tipos de masas elaboradas con diferentes fragancias, corazón vacuno y salame cortado muy prolijamente en daditos, para que la muestra al pez sea prolija y tentadora. La presentación de este encarne necesita ser de esta manera para producir el pique de estos peces, que toman muy sutilmente.

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