El río Paraná experimentó una buena crecida, gracias a las lluvias en las cuencas del Brasil, y ello produjo que los pesqueros se multiplicaran, y a la vez que los dorados entraran en acción.
Por Ariel Robledo
Cuando programamos una salida de pesca, siempre lo hacemos teniendo en cuenta el mismo tiempo, y los mismos cambios que pueden encontrar la mayoría de pescadores que reservan una excursión de pesca. En esta ocasión, ya habíamos programado una fecha con Pablo Ovando de Pirayú Excursiones, y concretamos el viaje sabiendo que el río estaba en franca crecida, por lo tanto podría llegar a atentar contra nuestras aspiraciones.
Si bien el clima nos iba a acompañar en las jornadas elegidas, sabemos que cuando tomamos un río en plena creciente las chances pueden complicarse. Igualmente ya teníamos todo organizado y las esperanzas estaban intactas.
Partimos la tarde anterior a la pesca, desde Santa Fe, para llegar hasta el complejo Pirayú y alojarnos con todas las comodidades, además de una gastronomía de primer nivel que nos acompañaría durante los días de estadía.
Durante la cena, fuimos programando las acciones del día siguiente, sabiendo que la cosa no iba a ser sencilla. La idea era pescar todo en la modalidad de baitcasting, pero por las dudas íbamos a llevar carnada, ya que uno nunca sabe con lo que se puede encontrar.
Amaneciendo
Con las primeras luces del día, tras el desayuno, nos dirigimos hasta la baja de lanchas que está a unos 50 metros del complejo. El día pintaba impecable, con escaso viento y una temperatura que rondaría los 27 grados. Sobre la superficie del agua podíamos ver gran cantidad de camalotes navegando, señal clara de crecida. Un grupo de pescadores que estaban en la posada, el día anterior estuvieron probando en los pesqueros de norte, pero no tuvieron muchas respuestas, por lo que decidimos probar al sur, en diferentes ambientes que se caracterizan por correderas, palos y barrancas.
Desde hace ya un tiempo, en la zona se está probando en la modalidad trolling, pasando por veriles y también por algunas piedras que los guías tienen identificadas, y que en algunas jornadas han dado excelentes capturas. Hace unos años atrás era impensado que se haga trolling en estos lugares, pero ante la búsqueda de distintos sitios, y el empleo de nuevas modalidades, se fue experimentado con resultados positivos.
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