La pesca de bogas debe ser una de las más entretenidas, y en el tramo del río Paraná que escurre frente a Empedrado la especie tiene una gran presencia a partir del mes de octubre.
Por Ariel Robledo
Aguas claras, buena temperatura, una leve corriente y, si el fondo es de tosca o piedra, mejor. Estas condiciones son la ideales para la presencia de las bogas, especialmente cuando las pescamos sobre el mismo río Paraná. Justamente, en el tramo comprendido entre Empedrado y Bella Vista, cuando comienzan los primeros calores, la especie empieza a mostrar su actividad, deleitado a los pescadores con su pique sutil, buena pelea y los tamaños que muchas veces son sorprendentes.
Con el objetivo de pescar bogas, y en la antesala a lo que será una nueva edición de la Fiesta de la Boga en Empedrado, los días 11 y 12 de noviembre, viajamos hasta La Perla del Paraná, para indagar si el pique ya se estaba poniendo firme o aún faltaba para que las condiciones sean óptimas.
Llegamos y nos instalamos en la posada de Empedrado Fishing, de Fabián Alegre, a quien conocemos desde hace ya muchos años y nos brinda su logística para desarrollar los relevamientos de pesca en la zona.
Cuando tocamos suelo correntino el río estaba empezando a crecer, por lo que intuimos que la pesca no iba a ser sencilla, debido a que estos cambios en los niveles hidrométricos siempre suelen ser perjudiciales porque los cardúmenes se mueven en busca de mejores condiciones para su alimentación. Lo que hasta hace unos días era un sitio seguro de pesca, ahora seguramente se cambiará por otro lugar. En esta búsqueda es vital el apoyo del guía, ya que ellos son quienes suelen conocer cuál de los ambientes puede rendir mejor según el nivel de las aguas.
Una jornada inigualable
En las primeras horas de la mañana ya pudimos ver que la jornada sería espectacular. Escaso viento, y una temperatura que rondaría los 28 grados. Desde el gran salón desayunador pudimos ver que el río había crecido unos 20 cm, y que iba a seguir en ascenso.
Desayunamos y nos encontramos con Chani, quien sería nuestro guía. Conversando con él nos comentó que el río estaba subiendo muy rápido, y que seguramente la lluvia y el fuerte viento de los días anteriores iban a modificar las condiciones de la pesca.
Días atrás estuvieron pescando muy lindas bogas, y también se sumaron dorados y algunos surubíes. Pero, como siempre destacamos: la pesca no es una ciencia cierta, y lo que hasta hace unos días era seguro, puede cambiar rotundamente.
Navegamos con un río calmo, verdaderamente sensacional. La idea era probar en las primeras horas en la modalidad trolling, en la zona de la “Mansión de Invierno”, sitio en donde los dorados estaban cazando en las jornadas anteriores.
Colocamos señuelos de media agua, en modelos banana y mojarras de la marca F.K. Empezamos las pasadas lentamente por las lindas correderas que se forman cerca de la costa, donde el agua pega con fuerza entre las piedras.
Mientras realizábamos las pasadas pudimos ver en la superficie del agua el movimiento de algunos dorados muy grandes. Estaban “lomeando” como comúnmente se les dice. Recorrimos minuciosamente cada sector del río, y sólo el señuelo de Ricardo, tuvo un leve toque que no llegó a concretarse en pique firme. Ya con el sol pegando con más fuerza, decidimos ir en busca de las preciadas bogas.
Navegamos hasta un punto en el que el guía tenía marcado como buen sitio para esta especie. Utilizando equipos livianos, y un plomo de unos 30 gramos, más un líder de nailon de un metro y medio, colocamos anzuelos bogueros y encarnamos con granos de maíz.
Aguardamos unos minutos, y las respuestas no llegaron. Era un buen sitio, a tal punto que se acercó otra lancha con la misma intención unos metros más atrás. Pasó el tiempo pero el pique se negó.
Nos movimos hasta otro sitio, en donde la sombra de un gran ingá nos daba el reparo necesario del sol en las horas del mediodía. Teníamos preparada una picada, y bajo la sombra disfrutamos del almuerzo aguardando el pique.
Hay un dicho que dice “bajo la sombra nunca se pesca”, pero como en esta actividad no hay verdades absolutas, nuestra fe estaba intacta, por lo que tiramos las líneas a la espera de alguna sorpresa.
En un determinado momento, mientras hablábamos de los cambios que sufre el río actualmente, Ricardo, siente un leve toque en su línea y después la llevada bien firme. “Pique” nos dice, y la caña que se arquea mostrando que la primera presa estaba en el otro extremo. Unos minutos de pelea y el equipo exigido al máximo para terminar la contienda con la primera boga sobre la embarcación. Fotos y al agua, esperando que no haya sido la única emoción.
Unos minutos más tarde, mi caña recibió un pique brutal, que nos hizo pensar que se trataba de un pacú. La pelea en verdad que fue muy linda, con toda la potencia de esta especie que se ha ganado el cariño de miles de pescadores, por todo lo deportivo que tiene. Pasaron los minutos hasta que logré traer a la boga hasta cerca de la lancha, para plasmar el momento en fotos e imágenes para el programa. Segunda captura en el lugar en donde el dicho dice que no se pesca…
Ya con esta segunda boga, la cosa se puso interesante y empezamos a mejorar el encarne, los lanzamientos y la atención a cada pique.
Llegó el turno nuevamente de Ricardo, pero, esta vez, con una tremenda boga de esas que todo pescador quiere tener en la punta de la caña. Excelente ejemplar que opuso su mayor resistencia antes que pudiéramos izarla. Fotos para plasmar este lindo trofeo que, seguramente para la fecha de la fiesta se irán afianzando, con tamaños similares, y quizás algunos más grandes.
Los ambientes que posee Empedrado se multiplican y para las bogas existen muchos sitios que nos pueden premiar, solo es cuestión que las condiciones se estabilicen y la temperatura suba unos grados para tener la chance de subir a lo más alto del podio en La Perla del Paraná.
Por la noche, durante la cena, conversamos con el intendente José Cheme, quien nos precisó el esfuerzo y las ganas con las que ya están trabajando para esta edición 2023 de la fiesta que cada vez concentra a más pescadores.
XI FIESTA PROVINCIAL DE LA BOGA 2023 – 11 y 12 de noviembre – Empedrado
Costo de la inscripción por trío $60.000. Premio mayor $1.000.000. También habrá sorteos, premios especiales para los niños y las mujeres mejor clasificadas. Premio a la barra pesquera y sorteos por equipos.
Consultas al Whatsapp: +54 9 3794 572409 – Instagram: @bogaempedrado / @turismoempedrado