Aunque el momento económico no sea el mejor, cumplir el sueño africano, en todo caso puede ser difícil, pero no es imposible.
La crisis económica actual es profunda y golpea fuerte, pero como dicen los viejos: “no hay mal que dure mil años, ni cuerpo que lo resista”. Tarde o temprano volveremos a nuestros sueños, a las aspiraciones y anhelos más deseados.
El sueño del safari africano es posible, y siempre lo fue. En los más de 20 años que opera en nuestro país, Shakawa Lodge, ha sido el destino de las varias centenas de cazadores argentinos que cumplieron con su quimera de cazar en el Continente Negro.
Facocero Hunting Safaris (empresa nacional creada por Gustavo Engel allá por 2002) fue la responsable de organizar los contingentes y facilitar a los cazadores nacionales la experiencia africana. Desde principios este año, Engel pasó la posta a su tocayo, Gustavo Curaba, que es el nuevo representante de Shakawa Lodge, ubicado en Limpopo, al norte de Sudáfrica.
Gustavo Curaba no sólo capitaliza la experiencia de los 21 años de operatoria de Shakawa con argentinos, sino también sus múltiples viajes y su amistad con Lambert Van Straten, titular del coto y jefe de guías. Además es un amplio conocedor de la temática porque hace años que se dedica a la taxidermia de trofeos africanos en su conocido taller El Chocón.
Por todo lo visto, Shakawa sigue apostando al mercado argentino, no sólo para el año que viene sino en proyecciones más amplias. Según nos relatan los propios Lambert Van Straten y Gustavo Curaba, las cacerías realizadas en este año superaron las expectativas a pesar de la situación económica, lo que impulsó los planes para el futuro. Ya se está planificando la visita de Lambert en marzo o abril, y la tradicional reunión con los interesados en los safaris 2024, así como los planes para los próximos 5 años.
PLANES DE FUTURO
Los planes de Shakawa siguen firmes en aquellos aspectos que la práctica les enseñó: la política comercial para Argentina especialmente basada en la cercanía y la accesibilidad.
La cercanía a los cazadores argentinos está dada, no sólo por la atención personalizada del represente local (ahora Gustavo Curaba), sino por el perfecto manejo del español del titular del coto, lo que elimina toda barrera idiomática.
Lambert, como titular y jefe de guías, está presente desde el arribo al aeropuerto y durante todo el safari hasta la despedida. Y el manejo de nuestra lengua asegura, no sólo la resolución de cualquier problema burocrático o comercial, sino que es oportunidad para conversaciones muy interesantes en los tiempos libres, además de poder responder cualquier pregunta durante la cacería sobre las técnicas de caza o las costumbres de los animales.
Por otro lado, la cuestión idiomática está asegurada también por la presencia de Gustavo Curaba que acompaña a los contingentes que así lo solicitan. La presencia del representante argentino durante el safari es una vieja costumbre de estos operadores cinegéticos.
La cercanía también se plasma en los paquetes especialmente pensados para el mercado argentino, la atención personalizada y lo que ya se dijo más arriba: la visita anual del titular del coto a nuestro país para hablar personalmente con los cazadores y el acompañamiento en terreno del representante en Argentina.
La cercanía y la accesibilidad, valores que distinguen a Shakawa, se verifican también en simplificar todo para el viaje. No sólo se trata de ofrecer paquetes accesibles para los argentinos, sino también de resolver cualquier tipo de problemas, y una vez que se desembarca en el aeropuerto está todo en manos de la organización: transfer de 500 km hasta el coto, comidas en el itinerario, trámites burocráticos, visita de locales de souvenirs, e incluso, hasta la provisión de armas y municiones sin costo para evitar gestiones aduaneras o extravíos en los transbordos.
Una vez en el lodge, sólo hay que pensar en cazar. La alimentación se adecúa al paladar argentino, sin abandonar la cultura gastronómica local, lo que permite al cazador conocer las costumbres alimentarias sudafricanas sin correr riesgos de intolerancia.
El ritmo de la cacería es similar a cualquier brama en La Pampa: se comienza bien temprano y se regresa al mediodía para almorzar, y luego una breve siesta para partir nuevamente hasta el atardecer. La cena es a la caída del sol y se aconseja no estirar la sobremesa porque la Diana es antes del amanecer.
El servicio de lavandería es diario, por lo que no hace falta cargar con mucho equipaje: basta con dos mudas de ropa para la caza y una bien cómoda para el viaje. Los dos juegos de vestimenta de fajina diaria se usarán alternándolos día a día, porque se mandan a lavar al final de cada jornada.
2024
Como ya es costumbre desde hace más de 20 años, el titular de Shakawa y Gustavo Curaba recorrerán diferentes puntos del país donde se realizarán reuniones, obviamente con gastronomía incluida. Los que ya visitaron el lodge, saben que son reuniones de reencuentro y camaradería. Y los que están soñando con ir algún día, podrán evacuar todas sus dudas personalmente charlando con Lambert.
Los interesados en participar de esas reuniones, pueden comunicarse con Gustavo Curaba por WhatsApp +43416750478 o por mail gcuraba@hotmail.com