EL ORO DE SANTA ELENA

Con el objetivo de posicionarse como un destino de relevancia para los pescadores deportivos del país, la ciudad de Santa Elena, realizó el lanzamiento de la temporada de pesca de dorados en diferentes estilos.

Por Hugo Giardino

Dando el puntapié inicial de una nueva temporada de pesca de dorados, la Dirección de Turismo de Santa Elena nos convocó, junto a otros medios, prestadores y guías de la localidad, para la apertura de un nuevo ciclo en el cual la pesca de nuestro pez emblema centra la atención de los amantes a la caña y el reel.

Siempre que llega esta época del año, las aguas del Paraná Medio se aclaran, y con los primeros fríos los cardúmenes de mojarras y sabalitos suelen emprender su viaje hacia zonas de aguas más templadas.  Tras esta población de carnada, indudablemente aparecen los predadores, y es el momento propicio para que los seguidores del tigre de los ríos den rienda suelta a su pasión.

Junto a Ariel Robledo y Mario D’ Andrea llegamos hasta esta hermosa ciudad que nos sorprende cada vez que la visitamos, porque se encuentra muy prolijamente conservada, limpia y con una costanera y camping municipal magníficos.

Apenas arribamos a la “ciudad paraíso” nos dirigimos  a la oficina de turismo y nos encontramos con colegas que habían arribado para compartir esta experiencia. Carina Spahn nos explicó el programa de actividades que se desarrollaría al día siguiente, que tenía como objetivo realizar pesca por la mañana, al mediodía encontrarnos todos los medios frente a la ciudad en un banco de arena, y presentar la nueva temporada. Por la tarde seguiríamos aprovechando el buen momento de piques que nos ofrece hoy nuestro gran río.

Una vez coordinadas las acciones, nos dirigimos hasta el complejo de cabañas Altos de la Olla, ubicadas estratégicamente en un lugar rodeado de árboles, en una de las zonas más altas de la ciudad, y con una vista del atardecer realmente magnífica. Por la noche disfrutamos de una riquísima parrillada en el comedor Don Oscar, para después disfrutar del merecido descanso.

Un día soñado

Apenas asomaron las primeras luces del día, nos abrigamos bien, y con el mate listo, fuimos al encuentro de quien sería nuestro guía durante los ensayos de pesca.

Al llegar a la costanera de Santa Elena, nos encontramos con un viejo amigo y guía, Esteban Lengler, con quien realizamos muchas notas de dorados, y también de pesca de armados en la previa a la fiesta que se realiza en el mes de noviembre de cada año.

Con todo listo, y los equipos de bait aprontados con los señuelos elegidos para la ocasión salimos a navegar aguas abajo de la ciudad, en busca de los sitios en donde se estaba dando la mayor cantidad de capturas.

La modalidad que elegimos fue el baitcasting, aunque Mario llevó también su equipo de spinning para mostrar un estilo distinto que se utiliza para la pesca con señuelos.

Esta pesca requiere de buena técnica, porque el lanzamiento debe ser bien ajustado a la barranca o a los palos que originan correntadas, donde “supuestamente”  estarían acechando los dorados. Utilizamos varios tipos de artificiales, diferentes paletas, para trabajar a distintas profundidades.

El pique durante la mañana se nos dio en forma intermitente, afectado especialmente por un fuerte viento del norte que soplaba con intensidad. Ante la falta de respuestas decidimos navegar aguas arriba, en este caso, una navegación bastante prolongada, que duró alrededor de 30 minutos. Allí nuevamente nos encontramos con una zona de palos y raigones, que formaban lindas correderas.

Y otra vez a ubicar nuestros señuelos pegados a las estructuras, pero como ocurrió anteriormente, los piques eran esporádicos. Ariel logró la mayoría de las capturas con un señuelo Okuma by FK de paleta Nº2. Y ya casi llegando al mediodía Mario y yo pudimos robarle unos piques a los palos de estaban en la entrada a un arroyo que se mostraba muy bajo pero con actividad de pequeños peces en su superficie.

En horas del mediodía, nos concentramos en un banco de arena frente a la ciudad de Santa Elena, donde nos había convocado la directora de turismo, Carina Spahn, junto a otros medios y operadores. Disfrutamos de sus palabras y el lanzamiento de una nueva temporada, acompañada por varios operadores de la zona. Luego vino un suculento almuerzo a la parrilla, y nuevamente al río a completar nuestra jornada de relevamiento.

Fue entonces que elegimos unos bancos de arena ubicados en el medio del río Paraná, a tan sólo 10 minutos de navegación de la ciudad. Por la mañana, habíamos divisado allí gran cantidad de sábalos, cardúmenes que seguramente buscaban el agua templada que les da la escasa profundidad.

En estos planchones de arena, con caudales que no superaban el metro de profundidad, comenzamos con los intentos. La estrategia fue utilizar señuelos de babero que profundizan apenas 50 u 80 cm., inclusive, algunos modelos menos centímetros, y allí comenzaron las respuestas. Pique tras pique, fuimos cerrando una jornada con muchísima actividad. Pudimos levantar varios ejemplares de porte medio, dando buena pelea porque los habíamos encarado con elementos livianos, algo que recomendamos para poder disfrutar de la pesca de este gran luchador.

Con las últimas luces de la tarde, dábamos por finalizado el relevamiento con la satisfacción de haber tenido muchas capturas, y sobre todo porque esta ciudad nuevamente convoca a los pescadores de todo el país a disfrutar de la pesca deportiva y de gran cantidad de actividades para los visitantes.