La pesca se mantiene en un muy buen nivel en el sur correntino, desde hace ya un tiempo, Esquina es la anfitriona de pescadores que llegan en busca de piques y jornadas emocionantes.
Esquina, sigue creciendo en materia de infraestructura y servicios para los pescadores deportivos. A la existente oferta, en esta oportunidad, se le suma un complejo turístico de primer nivel para los pescadores más exigentes que deseen pasar unos buenos momentos junto a su familia o los amigos. Ingá Lodge, es la nueva propuesta que surge de Gustavo Werner, quien desde muy pequeño solía ir a Esquina, lugar por el cual siente un cariño muy especial. Esta nueva propuesta, realmente es impactante, ya que la vista y el lugar en donde está emplazado nos permite desconectarnos de todo, rodeados de una infraestructura muy bien cuidada y prolija, con un servicio que atiende todas las necesidades de los visitantes.
Unos kilómetros antes de llegar a Esquina, desde el sur, por la ruta nacional Nº12, en el kilómetro 674 encontramos el cartel que nos indica el acceso a Ingá Lodge. Aquí, ingresamos por un camino de tierra, y con los carteles nos vamos guiando para arribar a destino.
Eran las primeras horas de la mañana, el amanecer nos sorprendía con una postal bellísima del río Corriente. Ingresamos al amplio hall, y nos encontramos con Gustavo, quien ya tenía todo listo para el relevamiento. Inmediatamente, nos estrechamos las manos con Fernando Fernández, quien sería nuestro guía. Desayunamos, y la lancha que ya estaba lista en el agua para salir a pescar.
La marcada bajante del río, hizo que debiéramos salir muy despacio por el canal del embarcadero, hasta el río. Muchas aves en las orillas de las lagunas y arroyos indicaban la presencia de carnada. El objetivo era pescar dorados sobre el río Paraná, en la zona del Ingacito, un arroyo que suele deparar buenas pescas durante diferentes épocas del año.
Tal como viene sucediendo en el Paraná Medio, la carnada, ha salido de las lagunas y arroyos interiores y la podemos encontrar desplazándose hacia el norte contra la costa. La manera de identificarla es navegar despacio, mirando hacia la costa tratando de descubrir biguáes o garzas, aves que suelen alimentarse de pequeños alevinos. Mientras tomábamos unos mates para aplacar el frío de la mañana, fuimos distinguiendo movimientos de aves, hasta que en una zona de barrancas bajas, pudimos localizar el “chorro” de carnada. De vez en cuando se veía el estallido en la superficie y los lomos dorados que se estaban haciendo un festín. En ocasiones, la carnada explotaba por el aire, y se distinguía la frenética persecución de los predadores.
Alistamos los equipos de baitcasting, y comenzamos a lanzar contra la costa, más precisamente por donde veíamos los ataques. La idea era primero probar con señuelos, y luego con carnada. Varios lances, justo en donde los dorados cazaban, pero extrañamente sin resultados. Se notaba que los cazadores estaban tan cebados con las mojarras que a los plásticos no les daban importancia.
Entonces decidimos cambiar la estrategia, anclarnos muy cerca de donde estaban las mojarras, y lanzar hacia las correderas. Esta estrategia modificó los resultados inmediatamente. Tuvimos varios piques de dorados medianos que cada tanto dejaban de comer mojarras para dedicarle algún mordisco a nuestras morenas. El secreto estaba en darle movilidad a la carnada, es decir, con plomos de unos 20 gramos, lanzábamos hacia la corredera y lentamente íbamos dejando salir el multifilamento, tratando que la carnada no quede estática. Conseguimos varios piques, y tras algunas capturas optamos por cambiar de lugar, para ver si conseguíamos otros portes.
Varios lugares fuimos recorriendo, pero se notaba que todos los predadores estaban concentrados en donde la carnada tenía actividad.
Con la tarde cayendo decidimos probar en la modalidad trolling, haciendo las pasadas contra la costa y así conseguimos un par de piques más, con los cuales cerramos la jornada.
El viento sur, también fue un condimento que complicó las pruebas, ya que tuvimos que restringir nuestros ensayos a sitios que tenían reparo, descartando muchos veriles y bancos del Paraná en donde seguramente hubiésemos logrado otras capturas y quizás mayores tamaños.
La postal del atardecer desde el amplio patio del complejo, con unos mates, no tiene comparación. Momentos únicos que nos regala la pesca y su entorno.
Por la noche, cenamos junto a Gustavo, y la sobremesa se prolongó hasta entrada la madrugada. La calidad y calidez del complejo, dan la chance de descansar adecuadamente, con todo el confort y levantarnos al otro día con la cabeza puesta solo en el río, el pesca… en los dorados.
Nuevo día
Amaneció con un leve viento del sur, pero no tan intenso como la primera jornada. El río había bajado varios centímetros, y nos obligó a caminar por la costa hasta que la lancha logró la debida profundidad para navegar. Salimos con Fernando nuevamente, hacia el lugar en donde estaba la carnada. Esta vez, nos demandó unos kilómetros más de navegación llegar a los cardúmenes, se notaba el avance diario y rápido de las mojarras hacia el norte.
Una vez identificado el sitio, colocamos morenas, y llevamos también postas de sábalo como alternativa. Nos anclamos, y aguardamos el pique.
De pronto en mi caña, en donde tenía una posta de sábalo, siento la bajada brusca, y la corrida característica. Clavo y la pelea que se prolonga unos minutos. Para la ocasión estaba testeando un reel frontal Okuma Ceymar, y la caña era una Favorite Absolute, de muy buena acción. La mañana había arrancado bien, con un lindo ejemplar.
Tras la devolución, efectúo el mismo lance y unos minutos más tarde, la carnada logra tentar a otro dorado más chico. Ricardo, intuyendo que las mojarras arrastrarían también otros predadores, bajó con un plomo más pesado, cerca de la lancha, un aparejo encarnado con morena, para tentar algún surubí.
Grande fue la sorpresa cuando a los pocos minutos, su caña se dobla al máximo, acusando una pesada presa. Así fue!! un hermoso “tape” exigió el equipo y los brazos al límite. Varias fotos y a repetir la técnica.
Otro pique de dorado, y tras esa captura, otro “tape” que le daban un color diferente a la mañana. Estábamos felices porque lo que planificamos se daba en los hechos: no solo había dorados tras las mojarras, sino también otras especies que se alimentaban de este forraje.
Algo para tener en cuenta si se encuentran con situaciones similares, traten de cubrir varias alternativas, para no desaprovechar el momento. Seguramente si hay carnada, algún predador estará cerca.
Ya con varias imágenes registradas, decidimos ir en busca de alguna sorpresa, y en la modalidad trolling, recorrimos la costa en donde estaban los cardúmenes de forraje. Fue en una de las pasadas que Ricardo logró la captura de un cachorro de surubí, con un señuelo Cucú de media agua, un juvenil, lo tomó perfectamente con su boca.
Esta captura sirvió para cerrar nuestra visita a Esquina, con muchos piques y variadas especies.
El Portal Sur de la provincia está pasando por un excelente momento, ideal para aprovecharlo, y descubrir un nuevo complejo con todos los servicios para satisfacer a los aficionados a la pesca.
Así como el árbol de ingá, en las costas del Paraná, nace para darnos belleza, sombra y reparo, este Complejo Ingá Lodge, nació para darnos una calificada infraestructura a la vera del gran río, con una vista sensacional y un servicio de primer nivel.
Ingá Lodge – Esquina – Corrientes
Hotel Inga Lodge, está ubicado a orillas del río Corriente en la localidad de Esquina, Corrientes, Argentina. Proyectado para ofrecer el equilibrio perfecto entre bienestar y deporte, en contacto directo con la flora y la fauna del lugar, realizando diversas actividades principalmente de pesca. Las habitaciones son amplias y con ventanales que ofrecen una vista deslumbrante al río y sus atardeceres. En el restaurante Usted encuentra lo mejor de la cocina y pastelería internacional y autóctona, como así también espacio para realizar eventos sociales y corporativos. Lanchas equipadas con motores 90 HP, todos los estilos de pesca, servicio integral con desayuno, almuerzo y cena.
Inga Lodge, Ruta 12 Km 674, W3196 Esquina, Corrientes
Ruta 12 Km 674 – Consultas y reservas: +54 9 223 553-3939