Greenpeace reveló que entre el 15 de marzo y el 15 de abril fueron arrasadas 211 hectáreas diarias.
El monitoreo de deforestación en el norte de Argentina que realiza Greenpeace, mediante la comparación de imágenes satelitales, reveló que entre el 15 de marzo y el 15 de abril se desmontaron 6.565 hectáreas, lo que equivale a la pérdida de 211 hectáreas por día.
Las provincias donde la organización ecologista realizó el monitoreo fueron Santiago del Estero (3.222 hectáreas desmontadas), Salta (1.194 hectáreas desmontadas), Formosa (1.132 hectáreas desmontadas) y Chaco (1.017 hectáreas desmontadas), ya que concentran el 80 por ciento de la deforestación del país.
“En las últimas tres décadas perdimos cerca de 8 millones de hectáreas y somos uno de los 10 países que más destruyen sus bosques. Es irresponsable y hasta suicida que, frente a la crisis sanitaria, climática y de biodiversidad que estamos sufriendo, se siga deforestando. Más desmonte significa más inundaciones, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, más desaparición de especies en peligro de extinción y más enfermedades. Es hora de que, de una vez por todas, paren las topadoras”, advirtió Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
Greenpeace lanzó una petición en su página web para que “los gobernadores de Salta (Gustavo Sáenz), Santiago del Estero (Gerardo Zamora), Chaco (Jorge Capitanich) y Formosa (Gildo Insfrán) decreten la emergencia forestal y prohíban los desmontes de manera inmediata para siempre. Destruir bosques es un crimen y no podemos perder ni una hectárea más. Deforestación Cero YA
La organización ecologista destacó como uno de los casos más graves al desmonte de cerca de 130 hectáreas que, en plena cuarentena, se realizó en la finca San Francisco, ubicada en el departamento San Martín de la provincia de Salta, en el límite con Bolivia. Su dueño es el dirigente agropecuario Ignacio García del Río, presidente de la Sociedad Rural de Salta y miembro de la Asociación de Productores de Granos del Norte. Los desmontes en dicha estancia ya habían sido denunciados por Greenpeace en 2013.