Llegan las bajas temperaturas, y la actividad de los dorados en el Paraná Medio se acentúa, especialmente en los bancos y veriles del gran río. Viajamos a Esquina, para dar con los primeros tigres del río de la temporada invernal.
Por Ariel Robledo
Invitados por los amigos de la Posada Casablanca, llegamos hasta el portal sur de la provincia de Corrientes, en busca de emociones con la caña y el reel. Al llegar nos recibió Romain Cucchiaro, propietario de la posada, y nos dispusimos a recorrer y conocer este establecimiento fantástico enclavado a la margen del río Corriente. Una vista excepcional hacia el río y un amplio parque son la conexión entre la parte edilicia y la naturaleza. Con un servicio que contempla todas las necesidades para el pescador, la posada está preparada para recibir a los aficionados, pero también a la familia, con todas las comodidades disponibles.
Mientras desayunábamos se acercó Mario Miño, quien sería nuestro guía, para avisarnos que la lancha ya estaba en el agua con todo listo para empezar la pesca. Apuramos los movimientos y nos dirigimos a la costa.
Una amplia embarcación semi cabinada, nos aguardaba para comenzar el derrotero. El objetivo eran los cachorros de surubíes que se estaban pescando cerca del río Paraná, en la zona de veriles y, luego, cuando el calor del mediodía se acentuara, ir en busca de los dorados.
Cruzamos el gran río, con un viento del sur importante, pero gracias a la amplitud de la lancha y la potencia del motor que la empujaba, no tuvimos mayores inconvenientes. Además al estar cabinada, el viento frío se minimiza y, en caso de lluvia, se desplega una toldilla para guarecernos. Estos componentes son fundamentales para los días de bajas temperaturas como los que vamos a tener en esta temporada.
Los cachorros
Mario, ubicó la lancha unos metros antes de unos veriles, en donde se estaban dando los piques de surubíes. Al igual que en otros pesqueros, esta temporada ha sido caracterizada por gran cantidad de surubíes de portes medianos y chicos, con algunas excepciones. Indudablemente la presencia de gran cantidad de juveniles de la especie nos da la esperanza de tener a los pintados por muchos años, siempre y cuando el hombre no cometa atrocidades. Tanto los pequeños surubíes como los grandes reproductores son el futuro de la pesca, y es fundamental que protejamos a este valioso toro de nuestros ríos.
Iniciamos las derivas, con plomos de unos 20 gramos y morenas de buen tamaño. A medida que avanzaba la mañana realizamos varias pasadas, en las cuales conseguimos piques pero no capturas. Los peces estaban tomando muy lento la carnada y no provocaban las corridas francas. Tras varios intentos, Ricardo Di Cicco, quien era parte de la excursión, logró tentar a un hermoso pintado de medida, justo cerca de una salida de laguna, y en una profundidad que no superaba los 2 metros. Tras lograr este primer ejemplar, decidimos anclarnos en la boca de la laguna, y fue allí donde entre piques de algunas palometas, pudimos tener otra captura de un cachorro un poco más chico, pero de gran fortaleza.
Dejamos el Paraná, y nos internamos en la zona de bañados y lagunas de se distribuyen al norte de Esquina, en donde buscamos el pique de los dorados. Aquí la idea era probar con señuelos, ya que la claridad del agua lo permitía.
En la modalidad de baitcasting, insistimos en varios puntos y correderas. Solo logramos un par de piques de juveniles, por lo que decidimos emplear carnada.
Aquí la idea era anclarnos, y lanzar las morenas con unos plomos de 10 gramos, para hacerla derivar en las correderas empujadas por la corriente. Tras un par de lances, la caña de Ricardo se dobló al límite, y pudimos conseguir el primer pique de un buen ejemplar. Tras una batalla que se prolongó unos minutos, y exigiendo su caña Favorite Ghost al máximo, pudo acercar al dorado para izarlo. Varias fotos y la debida devolución de este ejemplar que coronaba la insistencia de la mañana.
Recorrimos varios sitios, pero la crecida que experimentaba el río traía mucho sedimento, y la carnada no podía trabajar correctamente. Entonces, Mario, nos indicó salir al Paraná y probar en los bancos y veriles.
El show de dorados
Salimos al gran río, y nos dirigimos a una zona en donde el guía nos comentaba que vieron lomear surubíes de muy buen tamaño. Cuando llegamos al lugar, encaramos los aparejos para realizar las derivas y, mientras nos dejábamos llevar por la corriente, empezamos a ver actividad de dorados y surubíes en la superficie. Ricardo se sorprendió al ver los lomos de los surubíes que, como delfines, salían fuera del agua. Un verdadero espectáculo pocas veces visto y del cual fuimos testigos privilegiados.
De repente mientas estábamos atentos para ver el espectáculo natural, la caña de Ricardo recibe un brutal sacudón y la llevada firme hacia uno de los costados: dorado! grita y la figura del bello pez que rompe con la superficie. Hermoso dorado del Paraná medio, que después de tener agua muy sedimentada en los días previos, empezaba a aclarar su tonalidad.
A partir de esta captura, se inició una seguidilla de piques y capturas que nos permitieron cerrar nuestra visita a Esquina de la mejor manera.
Antes de despedirnos del lugar, realizamos unos intentos más para el surubí y un par de cachorros nos dieron las últimas alegrías, mientras el sol se dejaba devorar por el horizonte.
Navegamos con un río totalmente planchado, con la felicidad de tener muchos piques y dar inicio a una temporada invernal que en Esquina, seguramente va a estar a full.
Ya por la noche, en el confortable complejo Casablanca, nos dedicamos a conversar con Romain, quien nos destacaba de las importantes promociones que hay para el mes de junio y julio en la posada, con buenos descuentos y una atención especial para las familias que deseen pasar unos días de las vacaciones de julio en este verdadero paraíso.
Se viene una linda temporada de pesca, con muchos dorados en Esquina, y con un servicio de primer nivel orientado a los pescadores de alma.
Posada Casablanca: habitaciones totalmente confortables, con tv, frigobar, aire acondicionado, desayuno, almuerzo y cena, lanchas cabinadas, los mejores guías, servicio completo, atención a grupos de pescadores y la familia, gastronomía de primer nivel. Cuenta con 12 habitaciones estándar, 2 habitaciones suite con frigo bar y jacuzzi, led 32 en cada habitación, wifi y maravillosa terraza balcón, vista al río en cada habitación, 1 sala de reuniones, restaurante, bar, piscina. Paseos en cabalgata, visita a la granja, avistaje de aves y animales autóctonos de nuestra región, imperdible para la familia.
Tels. 54-3777-46-0967 / 54-3777-461371