La temporada del Río Dulce se hizo esperar demasiado, la pandemia atrasó la apertura de la temporada de pesca deportiva en el río vedette del Noroeste argentino.
Por Rubén Marco
Instagram: @vamosdepescatv
Los fanáticos de este pesquero tuvieron que esperar hasta los primeros días de diciembre para poder entrar al río, con una polémica decisión de las autoridades de Fauna de Santiago que solo habilitó la pesca deportiva para los residentes de Santiago del Estero.
Los operadores, empresarios, que viven de este turismo específico, no tardaron en poner el grito en el cielo y su presión logró hacer un cambio de timón y recién el 3 de diciembre del año pasado se liberó la pesca deportiva para turistas.
El río Dulce adquiere ese nombre cuando nace en la ciudad santiagueña de Termas de Río Hondo hasta terminar su recorrido en la inmensa laguna Mar Chiquita. Nace con agua más bien clara y, mientras hace su recorrido, comienza a mezclar sus arenas, adquiriendo un color rojizo amarillado, que se oscurece más cuando más se acerca a su desembocadura en Mar Chiquita.
El río Dulce “tiene paciencia”, nos decía nuestro guía Leo Destefani, cuando se refería al caudal de agua. Leo es guía de Caza internacional y en la temporada de pesca se aferra a los remos para llevar pescadores a realizar pesca deportiva.
El Dulce es un río que te engaña, al mirarlo es difícil imaginar muchos peces en esas aguas lerdas, pero, luego de escucharlo por unos segundos, uno toma dimensión de lo que oculta el manto líquido.
Loreto
Al llegar a Loreto fuimos recibidos por Javier, el propietario del Hotel CH Loreto, un hotel muy confortable que recibe todas las temporadas a pescadores de todo el país y extranjeros. Fundamental un buen descanso ya que las jornadas suelen ser muy agotadoras y con mucho calor.
A la mañana temprano, luego de un rico desayuno en el hotel, nos buscó nuestro guía Leo, y partimos hacia el río. El tramo elegido de la jornada sería Sumamao – Canal del Alto. Para llegar pasamos por un cementerio que le daba más mística al recorrido y nos metíamos al monte santiagueño, un lugar repleto de historia, folclore, mitos y leyendas.
Luego de esquivar espinas, pozos y bobadales, el suelo se pone verde y de repente el sol se refleja en las aguas del majestuoso Río Dulce.
Al llegar al lugar entra en acción José, él es una pieza fundamental de esta operación. Comienza el trabajo de bajar las balsas, preparar cada una de ellas con su kit de seguridad, remos de repuestos, conservadoras y todo lo necesario para que comience la jornada de pesca. Los pescadores comienzan a preparar sus equipos, en mi caso, comencé con una vara de 10-27 lbs., equipado con un reel tipo huevito cargado con multifilamento Zander 0,33 mm, una marca nueva que necesitábamos testear.
El bait cast fue la modalidad elegida para este debut de temporada, los artificiales que ganaron la pulseada son las bananas Ghosh, estos señuelos son fabricados en Santiago del Estero y son probados y testeados en el río Dulce.
El río recibió a los pescadores con mucha actividad: a menos de 500 metros de la bajada de balsas salió un dorado y cazó el señuelo. El pez nos brindó la mejor bienvenida que se le puede dar a un pescador, un pique casi desde la camioneta, muy peleadores se presentaban en temporada, típico de un dorado que rondaría los 4 kg.
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Servicios de Flotadas: Leo Pesca 385 598-1188 / Alojamiento: Hotel CH Loreto – 9 de julio 620 / Reservas: 3845 43-0666