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LA PESCA DEL LUCIO EN SUECIA

Ir a pescar a Suecia al depredador extraordinario conocido como “Lucio” o “Pike”… ¡ya no es una meta lejana!

Texto por Domingo Bretti.

Cada vez que nos juntábamos con mi amigo Mario Luporini a charlar de pesca, compartiendo el habitual cafecito en el bar del Parque Urquiza, cercano al Monumento a la Bandera en Rosario, soñábamos viajar algún día a los lagos de Suecia para pescar el famoso Pike.

Mucho habíamos leído sobre el tema, además de ver cientos de videos, cosa que nos hacía crecer cada vez más nuestra curiosidad y ganas de descubrir todo sobre la pesca de ese maravilloso pez.

Así fue que, aprovechando que por cuestiones personales ambos nos encontraríamos casualmente este año en Italia, en el mes de septiembre, decidimos finalmente pronunciar esas tres palabras mágicas que conocemos muy bien los apasionados de la pesca: ¡Hay que ir!

Si bien elegir el lugar no era nada fácil, ya que este país escandinavo posee más de 100.000 lagos distribuidos en un territorio de unos 450.000 km², afortunadamente contábamos con el contacto del experto guía de pesca italiano Marco Di Giampietro, quien hace ya más de una década brinda sus servicios a cientos de pescadores italianos que eligen ir cada año a Suecia.

Además, logramos que se nos unieran al viaje otros dos grandes amigos italianos, así que formamos un grupo de cuatro ítalos-argentinos locos por la pesca.

Nos embarcamos en un vuelo directo desde el aeropuerto de la ciudad de Pisa con destino al aeropuerto de Gotemburgo, siendo esta ciudad la segunda localidad más importante del reinado sueco, después de Estocolmo. El vuelo duró aproximadamente dos horas y media, tiempo que se nos pasó muy rápido.

Cuando aterrizamos, ya nos estaba esperando nuestro guía Marco y nos trasladó al lodge situado en la tranquila ciudad de Tranas, perteneciente a la conocida provincia de Jönköping por sus increíbles zonas de pesca.

Visto que llegamos a altas horas de la noche, el amanecer nos sorprendió regalándonos una increíble vista desde nuestras habitaciones del bellísimo lago Sommen. Desde ese momento y por el resto de nuestra estadía, Suecia no nos dejaría de sorprender cada día.

Esa mañana nos trasladamos al lugar de pesca, una reserva privada compuesta por tres lagos rodeados de bosques de abetos, pinos y abedules imponentes. El paisaje lucía típicamente nórdico donde nos cruzamos repentinamente con animales salvajes típicos de la zona como el alce, el ciervo corzo y el águila real, entre otros.

La primera jornada fue una verdadera lección introductoria por parte del guía llenándonos de consejos, el cual comenzó diciéndonos que a él le fascinaba tanto la pesca del pike porque un día podía resultar bastante fácil, mientras que al otro día todo podía cambiar a tal punto de ser casi imposible pescarlo, sacando de quicio al pescador más experimentado.

Nos recordó que existen siete especies de lucios hasta ahora clasificadas, el más común es el Esox lucius. Este pez posee características morfológicas particulares, porque los machos son más pequeños que las hembras, pudiendo éstas llegar a medir hasta unos 150 cm con un peso que varía entre los 20 y 25 kg. Su cuerpo es fusiforme y estrecho lateralmente, de cabeza de gran tamaño aplanada, boca amplia a forma de pico de pato con más de 600 dientes muy filosos y una mandíbula muy pronunciada. Sus dientes se especializaron distribuyéndose de forma particular hasta en los arcos de las agallas, con la función de evitar que la presa se escape de su boca.

Otro aspecto importante es su comportamiento de predador que pasa la mayor parte del tiempo quieto al acecho, mimetizado entre las plantas acuáticas. Este comportamiento hay que tenerlo en cuenta a la hora de decidir el aproche de pesca. Si bien es un pez ictiófago su alimentación incluye anfibios, pequeñas aves y mamíferos a quienes ataca de forma repentina y fulmínea. En el momento del ataque abre su gran boca y succiona literalmente la presa. Esta manera de atacar nos hizo errar la clavada, más de una vez, pues el pique no se percibía totalmente sincero en la caña (esto se notaba con más frecuencia en aquellos ejemplares de talla entre los 50 a 80 cm).

Seguimos sus consejos sobre cómo manipular el pescado al momento de tener que quitarle la mosca o el señuelo, siendo indispensable para ello utilizar guantes, un copo de grandes dimensiones y pinzas muy largas. Pero la máxima atención había que ponerla al momento de sujetarlo para sacar la foto ya que los dientes que recubren los arcos de las agallas podían provocarnos múltiples heridas en las manos.

Terminadas las recomendaciones, finalmente subimos a las lanchas con todas las ganas de comenzar a pescar. Si bien Mario y yo habíamos llevado todo lo necesario para pescar con mosca, le pedimos al guía si podíamos probar a pescarlo en todas las modalidades de pesca que habitualmente él los pescaba.

Para la ocasión habíamos atado unas moscas muy similares a las que usamos habitualmente para la pesca del dorado en Argentina. Generalmente los streamers para la pesca del pike son de grandes dimensiones, llegando a superar los 25 cm de largo y los materiales de construcción son casi todos sintéticos usando rara vez algo de pelo de ciervo. Se busca generalmente que el streamer sea voluminoso y que proporcione mucho movimiento en el agua con colores muy brillantes y llamativos, como el plateado y el color oro. Siendo permitido pescar en esos lagos con doble anzuelo, atamos algunas de las moscas tráiler a dos anzuelos y otras con un ojal para colocar una colita sintética extra para dar más movimiento a la misma.

Con respecto a las modalidades de pesca a spinning y baitcast fue una sorpresa ver los señuelos de goma o silicona de enormes dimensiones, los llamados “big lures”. En realidad, cuando los peces están inactivos se prueban todos artificiales que tengamos a mano desde los metálicos como chucharas ondulantes o rotantes, a los minnow, crank, lipless y swimbait de varias dimensiones. Los jerks o los llamados banana de varios colores utilizados en manera correcta también son muy efectivos. 

La sorpresa fue cuando probamos un señuelo tipo slider de producción argentina color chartreuse y negro que habíamos llevado con nosotros, su movimiento a zig zag fue muy eficaz y además profundizaba mucho, lo cual nos ayudaba en los puntos más profundos. Una mañana ese señuelo en particular, hizo la diferencia entre pescar y no pescar! Fue un orgullo volver a traerlo completamente mordido por los dientes filosos del pike europeo.

En lo personal, la técnica que más me divirtió fue pescar con popper a los lucios que estaban muy cerca de la orilla cazando entre las cañitas, su voracidad los hacía saltar prácticamente fuera del agua para atrapar la mosca o el señuelo.

Por último, Marco nos demostró la técnica de pesca en trolling, sacando un hermoso ejemplar de 104 cm!

La experiencia de pescar el lucio en Suecia fue espectacular, no solo por la calidad de los peces pescados, sino también por el extraordinario contexto natural y paisajístico. Pescar hoy en los países escandinavos es una meta más accesible gracias a varias compañías aéreas a bajo costo que operan desde casi todas las capitales europeas. ¡Quedamos tan contentos que ya estamos preparando el viaje del próximo año!

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