El norte cordobés reserva muchas sorpresas, y la caza mayor es una de ellas: cacerías estupendas de jabalíes entre sierras y sitios históricos.
Por Luis Frixione luisfrixione1922@yahoo.com.ar – Fotografías Jorge Alberto Escobar
Villa Tulumba se encuentra a unos 150 km. al norte de la ciudad de Córdoba, enclavada en una zona de sierras bajas, de monte seco y con una riqueza histórica sumamente valiosa. Cazar y vacacionar son posibilidades que bien pueden ir de la mano.
Esta localidad, una de las más antiguas de la provincia, es un verdadero refugio de paz rural y conserva intactos los aires coloniales del antiguo Camino Real. Otro dato histórico sobresaliente es la casa de la familia Reynafé, a quienes se les adjudica el asesinato de Facundo Quiroga en 1835. Tampoco se puede dejar de visitar la iglesia de Nuestra Señora del Rosario que data de 1882 y posee un tremendo retablo y tabernáculo barroco-colonial del siglo XVIII.
Villa Tulumba es un verdadero “museo a cielo abierto” con calles empedradas y antiguas casas de los 1700 y 1800, y tiene otro atractivo más: una interesante propuesta de caza mayor.
HUELLA HISTÓRICA
Quizás el dato más llamativo (y que genera más emoción histórica) es el llamado Camino Real, que es la antigua ruta que unía al puerto de Buenos Aires con el Alto Perú (la actual Bolivia), y llegaba hasta la ciudad de Lima en las épocas de la colonia española.
Fue instituido en 1663 (¡hace 359 años!) cuando estas tierras formaban parte todavía del Virreinato del Perú, por orden del capitán general de la Gobernación del Río de la Plata (luego designado como Virreinato) y presidente de la Real Audiencia de Buenos Aires, José Martínez de Salazar. Esta importante línea de comunicación tenía dos vías principales: el Camino Real del Perú que seguía en líneas generales el itinerario de la actual RN9, y el Camino Real del Oeste que iba en dirección a Cuyo y que recorría un trazado similar a la RN7.
Este antiquísimo camino, tan importante en nuestra historia, pasa justo frente al coto donde estuvimos haciendo esta nota. ¿No es emocionante cazar frente a esa huella que vio pasar tantos acontecimientos? Personalmente, yo no podía dejar de imaginarme a los ejércitos patriotas “subiendo” hacia el norte, con Rondeau o Belgrano a la cabeza, o a las autoridades coloniales “bajando” hacia Buenos Aires. Es realmente escalofriante imaginarse esas hazañas.
Si bien la mayor parte del Camino Real se ha perdido, aún se conservan algunas secciones como las del norte cordobés, más precisamente como la que pasa frente a El Refugio del Jabalí.
DIFERENTE
El jabalí es el mismo, pero el ambiente hace de la caza algo totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados en La Pampa o en los valles de los ríos Colorado y Negro, mucho más de los humedales y montes correntinos o entrerrianos.
Es un escenario increíble, de ensueño, con montañas pequeñas, donde todo parece una versión en miniatura de las grandes sierras de Calamuchita o Punilla. Esas serranías bajas, con cañadones y vallecitos con arroyuelos de aguas transparentes, brindan a los lances de caza tintes muy particulares y estimulantes… es un escenario de caza espectacularmente bello.
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