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CORVINAS EN LA BALANDRA

Todos los pescadores deportivos somos sensibles a los cambios de temperatura, siempre atentos a lo que viene, apenas notamos que los días se alargan y las temperaturas comienzan a subir, esperamos ansiosos las especies de verano. 

Por Luis Kurz

La parte sur del Río de la Plata, tiene características muy diferentes al resto del estuario: según el cuadrante desde donde sople el viento, las aguas van variando la salinidad, pudiendo encontrar algunos peces de mar.

Las zonas costeras donde desembocan los ríos son especialmente ricas en variedad de especies, podemos encontrarnos con algunas migratorias. Esto las hace muy luchadoras a la hora de pescarlas debido a que recorren miles de kilómetros para cumplir con su ciclo.  

Durante el invierno lo que predomina es el pejerrey, apenas comienza la primavera encontramos corvinas, luego aparece el bagre de mar (pez que remonta el río Paraná con fines reproductivos) y, entrado el verano, con aguas más caldeadas, hacen su aparición el dorado y las bogas en los famosos malecones de Berisso. También se han dado casos aislados de capturas de algún dorado perdido en la desembocadura del Salado en plena bahía de Samborombón. 

En esta ocasión me comuniqué con Héctor Hall para preguntarle cómo estaba la pesca y rápidamente combinamos para hacerle una prueba a la corvina rubia.  Nos encontramos en su casa de Berisso, de ahí nos dirigimos a la Balandra donde botamos una embarcación.  

Acostumbrado a navegar en la parte norte del Río de la Plata, enseguida noté diferencias, tanto en el tamaño de las olas, como la frecuencia, la sensación era que navegábamos en pleno mar. Héctor tiene puntos marcados en el GPS a unos 3000 metros de la costa donde encontramos  fondo de tosca, lugares que congregan mejillones, alimento elegido por las corvinas para su dieta.  La característica de esta zona es que las especies comen cuando el agua corre, o sea que, tanto la creciente, como la bajante, son aptas para la pesca, siendo muy pobre o nula en los momentos de parada de agua.

Armé una caña de 10/20 libras, rotativo chico con multifilamento, la línea es sencilla con plomada corrediza de 40 gramos, similar a la de las bogas, la carnada empleada es camarón fresco enhebrado y atado con hilo elástico.

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