En pocos días más, vamos a estar iniciando, al menos en Santa Fe, una nueva temporada de caza de perdiz. Con el equipo listo y la adrenalina a flor de piel estamos en condiciones de arrancar nuestra pasión!
Textos: Néstor Baldacci – nestor.baldacci@hotmail.com / Fotografías: Damián Gallo
Pasamos (creo) el fenómeno de “la Niña” con una sequía tremenda… Vamos queriendo zafar o, al menos, no profundizar la epidemia de gripe aviar… Estamos pasando a duras penas el dengue que nos ha regalado el cambio climático y la tropicalización de nuestro clima y, acá estamos, firmes y con los equipos listos para cargar en la chata y salir pa´l campo apenas llegue el 13 de mayo cuando abre una nueva temporada de perdiz en la provincia de Santa Fe.
Supongo y DESEO que para cuando se publique esta nota escrita a mediados de abril, alguna otra provincia haya habilitado también su temporada de perdices, ya que sabemos, que por recomendación del SENASA es bastante complicada la situación del Pato como factor de contagio y dispersión de la gripe aviar.
Así y todo, no vamos a bajar los brazos y vamos a meter toda la energía positiva posible para que la situación cambie y, aunque sea para junio, tengamos oportunidad de calzarnos los waders y salir a hacer uno de los tiros al vuelo más deportivos y con mayor cantidad de fanáticos en todo el mundo.
Pero hoy lo que tenemos es esto y no es poco. Se vienen, si Dios quiere, esas jornadas de neblina que van a dejar los potreros mojados hasta media mañana cuando “el ponchito de los pobres” y algún ocasional viento frío del sur, o caliente e indeseado del norte, despeje el horizonte y nos permita ver y apuntar al explosivo vuelo de la perdiz.
Han pasado más de 9 meses de espera en la que muchos no hemos hecho gran cosa por prepararnos, pero muchos otros han aprovechado al máximo para poner a punto sus perros de muestra con vareos de post y pre temporada que después se traducen en gloriosos resultados de efectividad al salir a cazar de verdad.
Pero, con o sin preparación, la verdad es que no sabemos con qué nos vamos a encontrar, porque la sequía fue intensa y pareja en el centro del país. No sabemos si las perdices van a estar en los mismos potreros que visitamos todos los años o si debieron trasladar sus pilchas a otros sectores donde se sostuvo algo de vegetación. ¿Estarán en las alfalfas o en los rastrojos de soja y maíz que quedaron quizá a medio cosechar por falta de rendimiento?
Los bajos seguro desaparecieron, por más que ahora, con la recuperación de las lluvias se hayan vuelto a cargar, sabemos que durante meses (y algunos, incluso más de un año) quedaron completamente pelados y va a ser difícil o improbable que encontremos nuestra caza del día en esos lugares.
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