Gigantes entre los glaciares: ¡presentamos el “King salmon patagónico”!
Por Vet. Diego E. Laura – diegolau88@hotmail.com
En esta segunda parte del artículo que iniciamos en la edición anterior, explicaremos cuestiones científicas y técnicas que tienen que ver con este magnífico trofeo de pesca. Biología y migración de estos peces del Atlántico Sur, y su importancia económica como recurso turístico.
Elegimos bien la fecha, ¡esta vez no podía fallar! Tengamos en cuenta que a partir de septiembre quizás hasta diciembre estos salmones anádromos remontan los ríos provenientes del Atlántico buscando así lugares adecuados para desovar. A los pocos días de realizar este acto reproductivo, todos los ejemplares mueren en estos mismos cursos de agua dulce donde ellos mismos nacieron. Se los define como peces “semélparos”: se reproducen una sola vez en su vida, su gasto energético es muy alto y posteriormente mueren en estos mismos cursos de agua.
Así finalizan su ciclo de vida (“suicidio biológico colectivo”). Los salmones, gran parte de su vida, estuvieron como adultos en el mar abierto alimentándose posiblemente de crustáceos marinos, moluscos, sardinas, pejerreyes y anchoítas australes (aclaro infiero, porque no se dispone de mucha información). Estos salmones viven en el mar abierto entre 1 y 5 años según manifiestan algunos autores, otros trabajos aluden aún más años. En este caso puntual provienen del océano Atlántico Sur.
Los chinook remontan el río Santa Cruz (nace en el lago Argentino, tiene 385 km de longitud hasta desembocar en el Atlántico) y continúan su intenso éxodo a través del lago Argentino (el más grande de Argentina, de origen glaciar, superficie de 1560 km cuadrados, con una longitud de 100 km aproximadamente, temperatura promedio del agua de 5 grados, varía según la estación entre 1 y 7 grados) y así remontar después (luego de franquear todo este lago) el río Caterina (7 km de longitud), pequeño curso de agua tributario del lago Argentino.
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