Octubre es el mes indicado para encontrar a los grandes surubíes del río Uruguay que arriban hasta Concordia, y es allí en donde podemos disfrutar de la pesca de estos colosos.
Rafa Geier es un gran conocedor del río Uruguay y del movimiento de los cardúmenes de dorados, surubíes y bogas, ya que con tantos años guiando en este tramo, conoce perfectamente las fechas en las cuales buscar cada especie.
Desde hace varios años, cuando llegan los meses de octubre o noviembre, es común que reciba el llamado de Rafa para ir a probar la pesca de los grandes colosos del río Uruguay como son los surubíes.
Este año, debido a la gran crecida que experimentó el Uruguay en las últimas semanas de septiembre, la temporada de los pintados se adelantó, y ni bien tuvo noticias de las primeras capturas, me llamó para hacer un viaje relámpago y testear la presencia de los surubíes.
De inmediato, organizamos el viaje junto a Mario D´Andrea y César Venturini, y en la madrugada salimos desde Santa Fe, rumbo a Concordia. Mate en mano, y con toda la ilusión a flor de piel, transitamos los 300 kilómetros, por la ruta Provincial Nº 18, que muestra avances en lo que será una autovía que nos permitirá recorrer este tramo de manera más rápida y segura. Por el momento es importante tener atención en los desvíos que hay debido a las obras.
Llegamos al camping La Tortuga Alegre, y nos esperaba Rafa en su lancha, lista para zarpar. Cargamos los bolsos, y empezamos a navegar lentamente, sorprendidos por el nivel del río, que rozaba los 10 metros durante nuestra visita. Una densa espuma se formaba desde las vertientes de la represa, indicando la crecida del agua.
“Con este nivel del río, los cardúmenes de surubíes llegaron antes…” nos explicaba el Rafa. “Generalmente la temporada de esta especie es en octubre, noviembre y hasta diciembre…”
Mientras lentamente posicionaba su embarcación empezamos a preparar los equipos, compuestos por reeles rotativos con buena capacidad de multifilamento de 0,23mm, cañas aptas para hacer trolling, y señuelos de profundidad, en modelos banana. En esta ocasión probamos los artificiales F.K. con muy buena paleta que le permite llegar sin problemas a las profundidades que se necesitan, de aproximadamente unos 11 a 13 metros.
Para tener en cuenta, Rafa, sugiere que le coloquemos de líder un metro y medio de nailon de 0,90 mm de buena calidad. Esto se debe a que cuando hacemos las pasadas en trolling, estamos rozando mucho las piedras, y si usamos cable de acero, no solo que nuestro señuelos se “clavan” más en el fondo, sino que también perdemos la “elasticidad” que se necesita en esta pesca en la cual tenemos los artificiales a una distancia no mayor a los 40 metros y, por lo tanto, el “sacudón” en el pique es mucho más bruto, consiguiendo amortiguar un poco con el nailon.
La mañana estaba fresca, y empezamos las pasadas contra la costa Argentina, casi sobre lo que serían las playas del camping. Lentamente nuestros artificiales fueron golpeando el fondo en busca de algún pintado.
El baquiano, tiene dibujado en su mente cada recorrido, y con mucha paciencia intenta encontrar el camino por donde pueden estar los cachorros.
Hicimos la primera pasada bien larga, pero no logramos ningún pique.
Retomamos al punto de partida, y esta vez, Rafa, decidió que el recorrido lo íbamos a hacer un poco más por el medio. Lanzamos los artificiales, y empezamos la deriva a marcha lenta, casi a paso de hombre.
Continua disfrutando de esta aventura, aquí: https://revista.revistaelpato.com/flipbooks/revista-330/mobile/index.html
