DORADOS DE LOS BAÑADOS

Con los actuales niveles del río, las lagunas y bañados de la zona de Arocena comenzaron a conectarse con los cursos de agua mayores y, en estos ambientes, la presencia del dorado es impresionante.

Por Ariel Robledo

Hace un par de meses atrás, compartíamos las vivencias que nos ofreció la pesca en la zona de Arocena, aprovechando el ingreso de agua por la creciente y, por supuesto, la gran aparición de dorados de distintos tamaños que se podían capturar. Desde ese momento el río se mantuvo bien alto e, inclusive, ha ingresado más agua, por lo que la presencia del tigre de los ríos se ha multiplicado.

Mario D´Andrea, tenía pendiente una visita a los pagos de Miguel Moyano, y aprovechamos uno de los días libres de Miguel, para visitarlo con las cañas, especialmente con las de mosca, ya que la situación era propicia.

El importante ingreso de agua, hizo que bañados y lagunas que estaban desconectados de los cursos de agua, comenzaran a unirse, generando caídas de aguas, correderas, y muchos ambientes en donde la carnada abunda y los dorados están al acecho.

Con mate en mano, emprendimos el viaje desde Santa Fe hasta Arocena, un pesquero que en los últimos años con la bajante sufrió mucho la ausencia de pescadores y, ahora, con estos niveles, vuelve a estar en la agenda de los aficionados.

Al llegar vimos la gran laguna de Coronda que como un inmenso mar se perdía en el horizonte. Un viento constante del sector norte podría llegar a molestar un poco, pero, según Miguel, íbamos a pescar en lugares de reparo, y no íbamos a tener complicaciones.

Compartimos unos mates y una breve charla, hasta que subimos a la lancha y emprendimos la navegación.

La crecida del río permite que se pueda navegar más cómodo y rápido hacia los sitios de pesca, ya que se acorta mucho camino. Gran cantidad de garzas y biguás, nos indicaban la presencia de comida. La zona de islas todavía muestra algunos manchones de tierra, aunque se sabe que el río va a seguir creciendo un poco más y seguramente dentro de poco tiempo quedarán muy pocos lugares donde hacer un campamento o parar al mediodía. Con respecto a esto es importante tener cuidado cuando paramos en sectores que están rodeados por agua porque es muy común que las víboras o serpientes, busquen estos sitios también.

Tras un lindo recorrido llegamos a un desaguadero que arrastraba aguas del corazón de la isla hacia el arroyo por donde navegábamos. Había un poco de tierra firme y Miguel nos indicó que bajáramos, y que hiciéramos los intentos desde la costa, ya que nos dejaba justo lugar para que las moscas trabajen cómodamente.   

Los equipos que utilizamos para pescar con moscas eran: caña Okuma SLB número 8 y número 6, ambas, una con línea de flote y otra con líneas de hundimiento. También para la oportunidad, las moscas preferidas o utilizadas en esta zona, son streamers grandes, que están entre los 15 a 20 centímetros y en colores diversos. En este momento, por la gran claridad del agua, lo que mejor están funcionando son los colores oscuros o bien las moscas blancas, imitando a especies forrajeras que están migrando desde la laguna hacia los riachos y es ahí donde los depredadores, sobre todo el dorado, están buscando alimento. Por esta situación una mosca que contraste o bien se asemeje a la realidad de lo que se está alimentando es lo que más chance nos va a dar.

Cuando utilizamos línea de hundimiento, el líder que estamos utilizando no debe superar el metro y medio de largo, con una terminación con cable de acero entre 10 y 20 libras es suficiente para el dorado que está presente. Igualmente no hay que descuidar la posibilidad de que algún dorado de mayor porte pueda tomar nuestra mosca y, para eso, deberíamos estar utilizando cables de acero de 20 a 30 libras de resistencia.

Muchos dorados

“Para que veas la cantidad de dorados que hay, solo apoyá la mosca en el agua y dejala ir un poquito…” nos dijo sonriente Miguel. Mario lo miró de reojo, y también largó una sonrisa. Empezó a estirar la línea de mosca, y la apoyó en la corredera, dejó que derive unos metros y cuando la frenó, tuvo el ataque instantáneo de un doradillo, pero el show recién comenzaba. Cuando traía éste juvenil, se le ponían a la par varios dorados de distintos tamaños que le disputaban la mosca que tenía enganchada. Fue una locura la que se desató entre piques, saltos, corridas, y lo más espectacular era el color que mostraban estos peces, con los lomos bien negros, debido a que los ambientes en donde están habitando son de aguas totalmente transparentes y, por ello, al mimetizarse, los colores resaltan de una manera notable.

Con Miguel nos pusimos a pescar también con mosca, y nos turnábamos para hacer los lanzamientos. Cada tanto entraban dorados más grandes, pero la velocidad de los más pequeños impedía que los mayores tomen las moscas. Los piques se lograban con la mosca en deriva muerta, o sea, dejando que la corriente la empuje naturalmente y, cuando la frenábamos, ahí teníamos la tomada franca.

Fueron momentos de máxima adrenalina, que solo la pesca te puede ofrecer. Después de probar este sitio, Miguel nos invitó a corrernos hacia otra salida de laguna. Aquí también tuvimos momentos de frenesí, no solo con las moscas sino también con los equipos de baistcasting.

El agua presenta una notable claridad, lo que permite que los artificiales rindan muy bien. Mientras el río se mantenga con una altura aceptable, estos ambientes se van sostener y tenemos por delante una linda temporada para disfrutar de la pesca con señuelos y moscas.

Llegado el mediodía, regresamos hasta la casa de Miguel, para saborear un delicioso asado, y descansar de las horas más bravas de sol. Una divertida sobremesa con anécdotas y la compañía de Bartolo Murcia, un gran amigo de muchos años que cada vez que se entera que andamos por la zona nos viene a visitar. 

La tarde

Con el objetivo casi cumplido de lograr piques y capturas con mosca y baitcasting, Miguel nos propuso cambiar de modalidad y empezar a buscar los tamaños más grandes. Para este objetivo, la premisa era hacer trolling a la salida de las lagunas, con señuelos de media agua, de mayor volumen y, por supuesto, con los mismos equipos de bait que teníamos.

Lentamente fuimos recorriendo los desagües de la laguna de Coronda, hasta que llegamos a un punto en donde Miguel nos anticipó que podríamos tener piques bruscos. La distancia de la punta de la caña con el señuelo no superaba los 25 metros, y sabemos que a esta distancia el pique se siente de manera muy bruta.

Así fue que en una de las pasadas, Mario, que tenía puesto un señuelo de paleta quebrada marca Paraná Artificiales de color negro, tuvo una tremenda bajada de su caña, y el equipo liviano comenzó a exigiste al máximo, hasta que vimos el salto dorado a unos metros de la lancha. “¡Lindo dorado!” gritó Mario, y empezamos a disfrutar de una buena pelea registrando todo para las cámaras de El Pato TV. Un lindo lingote propuso una contienda interesante durante algunos minutos, hasta que fue izado a la lancha. Unas lindas fotos, y la devolución de este buen ejemplar para empezar a cerrar una jornada fantástica.

Cuando devolvimos el ejemplar surgió la mágica pregunta: ¿Hacemos una pasada más? Nadie se negó, así que retomamos “el camino” para pasar nuevamente por el sitio en donde logramos la captura.

Esta vez fue mi turno con otro terrible pique en un señuelo también de paleta quebrada de color verde. Lamentablemente muy cerca de la lancha se terminó yendo, y con él también finalizó al entretenida jornada que vivimos en Arocena.

Hacía mucho tiempo que no veíamos una actividad tan importante de dorados cazando los artificiales, y sin dudas esta situación se va a mantener, mientras el río se mantenga en estos niveles.

Gran felicidad de poder lograr una jornada de pesca con tantos piques, y capturas de distintos tamaños y en diferentes modalidades.

Una vez más este pesquero que está ubicado al sur de Santa Fe, nos llenó de satisfacciones, y especialmente nos alegra cuando vemos el trabajo de Miguel y su hijo Abraham, que se van ganado el cariño y respeto de los turistas pescadores.