Mayo es un mes que despierta todas mis pasiones para las perdices y los patos, sin embargo, en la cuenca del Río Negro, también es el mes en que se alzan las chanchas de jabalí europeo y los padrillos están a full en busca de sus conquistas.
Texto: Néstor Baldacci – Fotografías: Damián Gallo
Sebastián Tabarez en un cazador santafesino fanático de los buenos jabalíes que pueblan la provincia de Río Negro y, al regresar de uno de sus viajes, allá por octubre de 2021, me recomendó que no me pierda de conocer al Sr. Héctor Perren, dueño del Coto San Benito, cerca de General Conesa, entre los ríos Colorado y Negro.
Fue tan intensa su emoción al comentarme sus experiencias, como interesantes las fotos que me compartió de los buenos ejemplares de Jabalí Europeo que ha logrado cazar en “San Benito”, así que inmediatamente me puse en contacto con Héctor para coordinar una nota de caza en su coto. Creo que hubo química automática con este hombre ya que resultó muy cómodo organizar todo, en principio para los primeros meses de 2022.
Vuelto de mis vacaciones en enero, tomé contacto nuevamente con Héctor quien me sugirió esperar a mayo, mes en el que las hembras entran en celo y los padrillos están más activos y menos esquivos, claramente obnubilados por la situación. Evidentemente, no sería el mes que un apasionado cazador de “plumas” (perdices y patos) como yo, elegiría para ir a apostarse con un fusil, pero, repito, era tan interesante todo lo que contó Sebastián que la duda y las ganas de conocer un lugar nuevo pudieron más, terminando por confirmar nuestra visita en la luna de mayo.
Pasaron los meses y finalmente llegó la fecha acordada, partiendo de Santa Fe el jueves entrada la noche. A este viaje se sumaría un gran amigo, ex guía de caza mayor, Raúl Brito de Guatraché, provincia de La Pampa, así que desviamos unos pocos kilómetros nuestra ruta para buscarlo el viernes bien temprano por su casa. Santa Fe dista exactamente 1290 km. de nuestro destino (como marcó el odómetro de la camioneta) así que fue realmente importante el trabajo en equipo a la hora de intercalar conducción y descansos como copilotos para desandar la distancia y, obviamente, el último trecho le tocó al pampeano que demostró sus buenas dotes de manejo ya que le tocó también una parte con abundante barro…
Seguí disfrutando de esta apasionante aventura, aquí: https://revistaelpato.com/secciones/2022/
