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CERAKOTE  E  HIDROPRINT…  DOS EXCELENTES FORMAS DE PROTEGER TU ARMA

Reconozco ser más bien tradicionalista y un poco arcaico con las armas, sin embargo estas dos técnicas lograron convencerme rápidamente como una excelente opción para renovar y proteger mi fusil de caza.

Texto: Néstor Baldacci – @fogon_amigo – Fotografías: Gastón Baldacci – @gastonbaldacci.ft

Escribo en este medio hace 16 años, y quienes por ahí han leído algunas notas mías, saben que eternamente manifesté que me gustan las armas tal cual vienen de fábrica y, en lo que hace a las escopetas, me inclino definitivamente por las de choques fijos y bigatillo, sencillas y más bien rústicas…

Cuando compré mi fusil, un Marlin 30-06 que venía con culata de polímero camuflado, fue todo un desafío personal y, hasta último momento, estuve al borde de comprarlo de polímero negro, definitivamente sobrio.

Pero, el fusil camuflado, tenía su atractivo y, la verdad, es que me encantó haberme “atrevido” a pegar un salto en las costumbres, aunque claro, nunca sufrió ninguna adaptación, más allá de colocarle la linterna táctica con su soporte quita y pon.

Reconozco que me cuesta mucho esto de “tunear” las armas. Después vino el Remington 30-06 de mi hijo Gastón, también completamente negro, y con el andar de la caza, ambos fusiles sufrieron un notable deterioro en el pavonado de sus cañones: una mancha, un rayoncito y, por supuesto, el infaltable óxido de alguna noche de rocío que nos sorprendió apostados.

El Remington de Gastón sobre todo, estaba bastante manchado y habíamos evaluado la opción de hacerle un nuevo empavonado hasta que visitamos “El Refugio del Jabalí” y, nuestro amigo, Julio Juri, nos mostró su fusil con el tratamiento de cerakote, completamente nuevo para nosotros. Más allá de lo buenísimo que estaba con un tono negro opaco, gracias a Julio, conocimos las bondades del tratamiento que, en definitiva, es lo más importante más allá de la estética.

Según nos explicaron, esta pintura especial, se aplica sobre el metal virgen y después se cocina en un horno que le termina de dar un tratamiento tipo cerámico que lo hace totalmente inmune a la humedad, de nulo mantenimiento y altamente resistente a los rayones. Así que pronto se fue formando la idea de hacerles el tratamiento a nuestros fusiles y, así fue como, medio de casualidad, buscando, nos pusimos en contacto con Pablo y Juan Carlos Velázquez de “Water Desings Hidrográfica”, quienes gentilmente nos ofrecieron sus servicios para poner a punto nuestras armas.

Pero hasta aquí, solo contamos una parte de la historia… falta la otra, la de la impresión por agua, de diferentes esquemas de camuflaje, que se aplica básicamente sobre cualquier superficie, plástica, metálica o de madera y ahí les puedo asegurar que se les termina de volar la cabeza mal! Básicamente, esta técnica consiste en volverse loco tratando de decidirse por cual diseño quiero aplicarle, porque hay un universo prácticamente ilimitado de opciones, no solo de camuflajes que van desde el tradicional Vietnam, pasando por los de bosques, juncos (para los pateros) hasta los ultramodernos esquemas digitales con diferentes variantes de colores e incluso tonalidades dentro de los colores. Pero también se pueden poner otras impresiones con imitaciones de cientos de vetas diferentes de maderas, nogal, roble, fresno, etc. y otros que imitan metales, y un enorme etcétera que lamento insistir, les va a volar la cabeza y no van a saber cuál elegir.

Estas “plantillas”, por decirle de alguna manera, como dije, se pueden aplicar no solo en las culatas, las miras y los cañones de las armas (fusiles, carabinas, escopetas, pistolas, arcos, ballestas) sino también sobre cascos de motos, termos, mates, interiores de autos, guardabarros de motos y cuatris, y otro enorme etcétera de opciones, y para que no se deteriore con el tiempo, Pablo y Juan Carlos, les hacen un laqueado final que puede ser brilloso o mate dependiendo lo que estemos tuneando y el uso que le vayamos a dar.

Así fue como decidimos viajar hasta General Pico, provincia de La Pampa, donde estos hermanos tienen su taller y pudimos, no solamente conocer algunos detalles del tratamiento, sino también dos excelentes personas con las que pasamos una mañana entera tomando mates, escuchando sus propias historias de caza y, por supuesto, aprender o mejor dicho, entender un poco mejor lo que hacen. En el caso de nuestros fusiles, optamos por hacer el hidroprint sobre las culatas y el cerakote en las partes metálicas, dejando las miras sin ningún tratamiento.

La parte metálica la desarman pieza por pieza completamente sometiéndola a un arenado y purificado completo para sacarles, no solo todo el pavonado, sino también cualquier partícula de polvo y sobre todo los aceites lubricantes que podrían afectar la pintura. En algunos casos este proceso debe repetirse unas tres veces hasta estar seguros de que no hay más aceites en ninguna de las piezas, que luego son pintadas con el cerakote y “cocinadas” en el horno. Mientras que en el caso del hidroprint, primero se lija la superficie, se limpia bien y luego se le hace la inmersión sobre la plantilla o lámina en una tina con agua a una temperatura promedio de 25 grados, dependiendo, nos explicaban, del tipo de lámina que usen. Esta alquimia por la cual, el objeto emerge completamente transformado (vean el video en el canal de Fogón Amigo de Youtube) termina luego con el laqueado que lo deja completamente aislado de los elementos.

Y acá es donde Pablo y Juan Carlos hacen la verdadera diferencia, ya que hidroprint hay varios que lo pueden hacer, pero que al mismo tiempo sean cazadores y que tengan la experiencia y el conocimiento para desarmar completamente el arma y volver a armarla pieza por pieza, correctamente ajustada… ahí ya no es tan fácil de encontrar. Por este motivo es que especialmente hacemos referencia a estos dos capos que reciben desde hace ya varios años, armas de todo el país para transformarlas y mejorar la vida útil más allá de la estética.

Así que bueno, en mi caso costó 40 y largos años cambiar un poco el chip y animarme a tunear el arma, pero, la verdad, ahora que lo tengo en casa y está TREMENDO, me siento muy conforme por haber tomado la decisión.

Contacto: Pablo Velázquez – WhatsApp 54 230 2512529  www.wdhidrografica.com

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